¿Qué es el bisfenol A (BPA)?

El bisfenol A (BPA) es un compuesto orgánico sintético descubierto en 1891 por el químico ruso Aleksandr Dianin.

Se utiliza habitualmente en la producción de plásticos, como biberones, botellas de bebidas retornables, vajillas (tazas y platos) y recipientes de almacenamiento.

Es un sólido incoloro soluble en disolventes orgánicos, pero poco soluble en agua. El BPA se utiliza comercialmente desde 1957.

Bisfenol A y exposición humana

La principal vía de exposición humana al BPA es la dieta, incluida la ingestión de agua y alimentos contaminados.

Se lixivia del revestimiento de las latas de alimentos y bebidas, donde se utiliza como elemento del plástico empleado para proteger los alimentos del contacto directo con la lata.

Es especialmente probable que se filtre de los plásticos cuando se limpian con detergentes fuertes o cuando contienen líquidos ácidos o a altas temperaturas.

La exposición a ella se ha relacionado con varios síntomas problemáticos: diabetes y enfermedades de próstata, por citar algunos.

Además, investigadores de Harvard estudiaron a mujeres sometidas a tratamientos de fertilidad y descubrieron una conexión entre altos niveles de exposición al BPA y menores tasas de concepción.

A pesar de ello, el BPA sigue presente en una gran cantidad de bolsas de plástico para almacenar alimentos, botellas de agua, alimentos enlatados y mucho más.

Los fabricantes utilizan al menos 3,6 millones de toneladas de BPA al año.

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¿Qué ocurre con otros plásticos sin BPA?

Según un nuevo estudio realizado por científicos de Estados Unidos, una alternativa al BPA denominada bisfenol S (o BPS) es en algunos aspectos tan perjudicial como el BPA para los peces cebra, ya que afecta al desarrollo embrionario y altera su sistema reproductor.

Los hallazgos podrían significar que también es potencialmente tóxico para los humanos, aunque todavía no hay pruebas de ello.

"Nuestra investigación demuestra que fabricar productos de plástico con alternativas al BPA no los deja necesariamente más seguros", afirma Nancy Wayne, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).

"La exposición a niveles bajos de BPA tuvo un impacto significativo en el desarrollo de los embriones de las células cerebrales que controlan la reproducción y los genes que controlan la reproducción más adelante en la vida", afirma Nancy Wayne. "Vimos muchos de estos mismos efectos con el BPS que se encuentra en los productos sin BPA. El bisfenol S no es inofensivo".

Con el público cada vez más concienciado sobre sus efectos secundarios, algunas organizaciones han dado el paso o al menos han coqueteado con la idea de eliminar el BPA de sus procesos de producción. Hasta que esa transición se haga realidad, hay dos cosas que puede hacer:

1.Difundir información sobre el BPA.

2. Busque y elija productos sin BPA. Una de las mejores formas de deshacerse del plástico es elegir productos de vidrio, que son más limpios de fabricar y más fáciles de eliminar.