Una función especial de los sueños es el llamado "ensayo para el futuro": algunos sueños están simplemente relacionados con nuestro futuro y nos proporcionan mensajes no sólo sobre nosotros mismos, sino también sobre nuestros amigos, familiares o compañeros.

En la práctica, muy a menudo nuestros sueños nos preparan para las oportunidades y retos de un futuro próximo o lejano; a veces eso significa días, semanas o meses, pero a veces pueden pasar años (o incluso décadas) hasta que la "realidad" alcanza a los sueños.

Los sueños precognitivos son más comunes de lo que cree: si alguna vez ha tenido la sensación de déjà vu, lo más probable es que haya vivido un momento que ya había soñado. Déjà vu significa en francés "ya visto"; incluso el nombre de este "fenómeno" nos da una pista.

Los parapsicólogos utilizan el término "precognición" para designar las percepciones metafísicas vinculadas a un acontecimiento futuro.

Algunos autores hablan de varias visiones precognitivas: las que se producen durante un estado de trance - relatadas por brujos, chamanes o, actualmente, médiums; los sueños premonitorios - de los que abundan las historias; las premoniciones, cuando la predicción se siente como una emoción; o las cosas que las personas dotadas con capacidades precognitivas simplemente "ven" despiertas en las circunstancias más comunes.

A menudo, estos atisbos de la realidad futura se sienten como advertencias que anuncian la aparición de situaciones desagradables.

Todas las culturas tradicionales antiguas (aborígenes, nativos americanos, celtas, egipcios, tibetanos, etc.) conocían la función de los sueños y los utilizaban activamente con fines prácticos y espirituales.

La literatura de las principales religiones de la humanidad está llena de relatos y ejemplos de sueños precognitivos.

De hecho, algunos pueblos indígenas sostienen -y transmiten estas enseñanzas, de generación en generación- que soñamos TODO lo que se manifestará en la realidad física ANTES de que suceda.

Desde esta perspectiva, como Soñadores Activos, nos damos cuenta no sólo de que podemos prever el futuro, sino también de que podemos estar presentes en su creación.

¿Cómo?

En primer lugar, siendo conscientes de que lo que vemos en nuestros sueños puede ser un futuro posible, no algo que vaya a suceder inevitablemente.

Esto también depende de la forma en que actuemos -¡o dejemos de actuar! - tras un sueño que hayamos tenido.

J.W. Dunne intentó darnos una explicación:

"El tiempo es eterno presente, el pasado, el presente y el futuro suceden al mismo tiempo".

Es difícil de entender, pero lo que el investigador intenta explicar es que quien "lee" la página del presente sólo es consciente de ese momento, pero las otras páginas del libro -el pasado y el futuro- existen simultáneamente.

Si pudiéramos leer las páginas del libro al mismo tiempo, entenderíamos lo que significa vivir simultáneamente el presente, el pasado y el futuro.

Dunne también dijo que durante el estado de vigilia, la gente percibe el tiempo como algo lineal, como un flujo temporal, en línea recta, del pasado al futuro. Durante el sueño, en cambio, el cerebro funciona de otra manera y es capaz de percibir el tiempo "simultáneamente".

La conciencia se vuelve libre para vagar por el presente, el pasado y el futuro.

A la luz de esta teoría, llegamos a tener estos sueños precognitivos: la conciencia toca el punto por casualidad, enterándose de una historia aleatoria del futuro.

Así, el cerebro lo experimenta a su manera, convirtiendo la percepción en un sueño de forma más o menos explícita.

Sueños precognitivos famosos

Quienes han estudiado los sueños han encontrado algunos casos interesantes que se hicieron famosos en la historia.

Parece ser que dos semanas antes de su asesinato, Abraham Lincoln tuvo un sueño en el que aparecía un ataúd dentro de la Casa Blanca, y cuando preguntó por la persona que había en el ataúd (de nuevo en el sueño), le dijeron que era el Presidente de los Estados Unidos.

Otto von Bismarck, el Canciller alemán, dijo en un momento dado, en 1898, que si habrá alguna guerra en Europa, será causada por quién sabe qué error de los Balcanes.

Y así fue: la Primera Guerra Mundial se desencadenó con el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en 1914, en Sarajevo, a manos de un fanático nacionalista serbio.

Pero, ¿fue realmente precognición?

Bismarck, que siempre estuvo en medio de los acontecimientos políticos y militares del continente y que controló la política europea durante más de tres décadas, conocía muchos detalles de la situación de Europa en aquella época y comprendía muy bien sus complejos mecanismos, por lo que podría haber previsto la evolución de esta situación, sin que su predicción tuviera ninguna implicación paranormal.

Mark Twain afirmó haber soñado con un funeral, con su hermano en el ataúd. Su hermano murió una semana después.

El hundimiento del Titanic también está estrechamente relacionado con los sueños precognitivos.

Tras el hundimiento del barco, muchas personas declararon que deberían haber estado a bordo, pero cancelaron su viaje tras soñar con un barco hundido.

Por supuesto, lo más probable es que una persona que nunca haya viajado por mar pueda soñar con un barco que se hunde por miedo.

La premonición en la visión escéptica

Para cualquier fenómeno catalogado como paranormal, existen dos perspectivas: la de los que creen en estos fenómenos y la de los escépticos, que rechazan las explicaciones ocultistas e intentan explicar todo fenómeno, por misterioso que parezca a los demás, desde un punto de vista científico, tratando de encontrar explicaciones "naturales" basadas en lo que se conoce hasta ahora en física, biología, psicología... Entonces, ¿qué hacen¿qué dicen los escépticos científicos sobre la premonición, la precognición, los presentimientos y los sueños precognitivos?

En general, piensan que si no es fraude, entonces se trata de interpretaciones erróneas de algunos fenómenos y/o de las peculiaridades de la psique humana que influyen en las interpretaciones objetivas de los hechos.

La memoria humana tiende a recordar más las coincidencias; a todos nos impresionan las casualidades, pero todos olvidamos mencionar las numerosas ocasiones en que las premoniciones no se confirmaron.

En otras palabras, sólo vemos el "éxito" y hacemos caso omiso del "fracaso". Si hemos tenido un sueño que era una "mala señal" y al día siguiente ocurre algo malo, lo asociamos con el sueño y decimos: "¿Ves? Sabía que iba a ocurrir algo malo porque anoche tuve un sueño extraño." Pero, ¿y si no ocurre nada?

¿Y qué hay de las pesadillas sobre situaciones desagradables que ocurrieron en la realidad, acontecimientos traumáticos del pasado, algunos de los cuales ni siquiera somos conscientes, historias que nuestra mente ha encerrado en algún lugar profundo del subconsciente?

Si imaginamos que estos sueños se refieren a acontecimientos futuros, nos equivocamos, los malinterpretamos.

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Los investigadores estudian los sueños precognitivos

En 1930, en la Universidad de Duke, en Estados Unidos, existía un Laboratorio de Parapsicología en el que dos investigadores, Joseph Rhine y Louisa Rhine, estudiaban el fenómeno de la precognición. En 1967, el psiquiatra J. A. Barker creó en el Reino Unido una institución científica -British Premonitions Bureau- dedicada a un fin práctico: recoger información de personas que experimentaban diversos presentimientos...Todos los datos recogidos se utilizaron para crear un sistema innovador de predicción de catástrofes.

Al parecer, Barker consiguió incluso localizar a algunas personas que parecían estar dotadas de diversas antenas sensibles y cuyas corazonadas fueron confirmadas por la realidad. Sin embargo, por desgracia, estas personas no pudieron proporcionar el momento exacto en que se produciría la catástrofe, por lo que no consiguieron localizarla a tiempo y, por tanto, el sistema de alerta no pudo funcionar.

En 1979, Princeton, una de las universidades estadounidenses más prestigiosas, creó un laboratorio especializado -Princeton Engineering Anomalies Research (PEAR)- destinado a estudiar las interacciones entre la psique humana y la realidad utilizando medios tecnológicos modernos.

Un equipo multidisciplinar -psicólogos, ingenieros, físicos, etc.- estudió diversos fenómenos relacionados con la vasta esfera de la parapsicología, incluida la precognición. El laboratorio se cerró en 2007.

En 2010, una investigación llamada "Sentir el futuro", realizada por el profesor Daryl Bem en la Universidad de Cornell, presenta algunas pruebas empíricas bastante convincentes de que, en algunos casos -y con una precisión débil, pero muy significativa desde el punto de vista estadístico-, muchos seres humanos pueden percibir directamente el futuro.

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