• Comunicación durante el sueño: más fuerte entre amantes
• Un caso de telepatía onírica relatado por Sigmund Freud

"El pensamiento es una gigantesca esfera de energía y cada pensamiento emitido resuena en todo el Universo", escribe Swami Sivananda en su libro "El poder del pensamiento".

El poder de nuestro pensamiento reside en nuestra capacidad para concentrarnos en él.

Ullman, distinguido investigador que ha estudiado el vínculo entre el sueño y la telepatía, afirma que la naturaleza del sueño consiste en combinar estados elevados de activación y disociación, y esta determinada combinación facilita la transferencia telepática.

Posteriormente, junto con Krippner, ha publicado algunos datos experimentales que avalan la existencia de una "transferencia extrasensorial" de información al sujeto dormido.

Esta información, según los autores, aparece en los sueños del sujeto y corresponde a una imagen fija en manos de un "transmisor" o un agente que observa al sujeto estando en total aislamiento de él o incluso a gran distancia.

A continuación, Krippner ha demostrado experimentalmente que los estímulos emocionales "objetivo" son más eficaces en la experiencia del sueño que el material telepático no emocional.

Las emociones son esos estímulos que llegan fácilmente al subconsciente.

Todo lo que percibimos, lo definimos a través de las emociones.

El color crea cierta emoción, acción, y todo lo que hacemos es para asegurar estas emociones que confirman la certeza de nuestra existencia.

Por ejemplo, nos vamos de viaje porque sentimos una emoción determinada, salimos con una persona del sexo opuesto porque sentimos una emoción determinada.

Por lo tanto, una transferencia telepática emocional es la más eficaz y fácil de percibir.

De niño me encantaba vivir con mis abuelos en el campo.

A veces pasaban largos periodos de tiempo sin ver a mis padres.

Una madrugada, mientras aún dormía, me levanté de repente y me quedé mirando el teléfono, que estaba en el borde de la cama.

Estaba segura de que mi madre llamaría inmediatamente. Todo sucedió tan rápido que ni siquiera fui consciente de que me había despertado.

Lo único que sabía era que mi madre, a la que echaba de menos y no veía desde hacía un mes, llamaría justo en ese momento.

En el segundo siguiente, sucedió.

Estando dormido, percibí rápidamente la frecuencia de los pensamientos de mi madre, que tal vez eran muy intensos debido a su base emocional.

Comunicación durante el sueño: más fuerte entre amantes

Así, como dijo Krippner, la información telepática más poderosa, que se emite fácilmente y es perceptible, es la información emocional.

Incluso tú sientes cuando alguien te quiere o te odia, no por su comportamiento, sino simplemente por lo que sientes.

Durante los estados de ensoñación, los hemisferios cerebrales están más "relajados" y, por tanto, más extendidos.

En las artes marciales, la clave para sentir y anticiparse a los movimientos del adversario reside en mantener un estado de paz interior.

La mayoría de los casos de telepatía onírica se dan entre parejas de enamorados o personas que mantienen un vínculo profundo, porque la telepatía reside en la intensidad del pensamiento emitido.

Las personas que se quieren, por ejemplo, piensan mucho el uno en el otro.

El sueño telepático conecta el pensamiento y los sentimientos de las personas aunque estén lejos unas de otras.

Una vez, un amigo mío me dijo que quería venir a visitarme, pero que no sabía exactamente qué tren coger.

Estaba convencida de que llegaría al día siguiente, pero durante esa noche tuve un sueño en el que entraba por la puerta, se quitaba los zapatos y subía las escaleras para llegar a mi habitación.

Antes de que llegara a la puerta, me desperté y ya le estaba esperando. Y así fue, pues llegó a las 3 de la noche.

Un caso de telepatía onírica relatado por Sigmund Freud

El sueño telepático es más que un sentimiento. También puede tratarse de un acontecimiento que ocurre a gran distancia o en la vida de otra persona. Es el caso relatado por Sigmund Freud en "Sueño y telepatía".

Un desconocido le envió varias cartas, dándole detalles sobre la noche entre el 16 y el 17 de noviembre y cómo ha soñado que su mujer tenía gemelos.

El hombre afirma que vio claramente "a los niños pequeños durmiendo en sus camas", uno con el pelo rubio y el otro con el pelo castaño, pero cuando su mujer intentó amamantarlos, los pequeños se subieron al fregadero y lamieron las marcas de dulzura preparadas por su "madre".

"Me desperté cuatro o cinco veces mientras soñaba, preguntándome si era verdad que teníamos gemelos, o si sólo era un sueño", escribió el hombre a Freud, especificando la pista esencial: su hija Ilse, casada en Berlín, esperaba dar a luz en tres semanas, y él estaba a punto de visitarla junto con su esposa, madrastra de la embarazada.

Al despertarse, le contó su sueño a su mujer, y la respuesta de ésta fue:

"¿Podría Ilse haber dado a luz ya?"

Al día siguiente, la pareja recibe un telegrama en el que se anuncia que, en la mañana del día anterior, Ilse ha dado a luz a un niño y una niña. El nacimiento se produjo al mismo tiempo que el hombre tenía el extraño sueño.

La explicación que encontró fue que su hija, que le era muy devota, pensaba intensamente en él en esos momentos en que se convertía en madre.

Las ondas cerebrales del sueño telepático corresponden a los ritmos delta y theta. Fisiológicamente, el sueño muestra una inhibición en la corteza cerebral. Las zonas de expansión dependen de estos ritmos. Durante el delta, la conciencia ordinaria no puede establecer contacto con la consciente.

El estudio de la telepatía está lejos de haber terminado, ya que los psicólogos siguen investigando este fenómeno tan especial. La próxima vez que una persona aparezca de la nada en su mente, sepa que no es casualidad.

Piénsalo: ¿no te encontraste después con esa misma persona por la calle? O quizá te llamó por teléfono o te envió un mensaje, o escuchaste noticias sobre esa persona.

Tenga en cuenta que la telepatía es una habilidad especial, algunas personas gozan de estas "capacidades" desde su nacimiento, ¡pero también puede practicarla cualquiera que tenga una cierta dosis de sensibilidad emocional!

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